Si el ordenador fuera una pintura, el sistema operativo sería como el lienzo y el marco dentro de cuyos límites podemos ver decenas de programas en acción, como el navegador de internet, el reproductor de MP3, el procesador de palabras,
Si el ordenador fuera una pintura, el sistema operativo sería como el lienzo y el marco dentro de cuyos límites podemos ver decenas de programas en acción, como el navegador de internet, el reproductor de MP3, el procesador de palabras,